Junior venció 2-1 a Bucaramanga, pero el partido terminó en polémica por tres penales y fallas en el VAR
El Junior de Barranquilla celebró el Día del Hincha con victoria 2-1 sobre Atlético Bucaramanga en la fecha 7 de la Liga colombiana, en un juego marcado por la remontada tiburona y la controversia arbitral.
El compromiso, disputado en el estadio Metropolitano, estuvo acompañado de disturbios a las afueras del escenario y terminó con reclamos del equipo visitante, que recibió tres penales en contra, dos de ellos en los minutos finales.
El venezolano Leonardo Flores fue protagonista negativo: cometió dos faltas dentro del área en los minutos 83 y 90+7, que le costaron doble amarilla y expulsión. Steven Rodríguez ejecutó ambos cobros y selló la remontada para los barranquilleros.
Desde Bucaramanga cuestionaron con fuerza el arbitraje de José Ortiz. El técnico Leonel Álvarez aseguró que el VAR dejó de funcionar justo en la jugada que derivó en el segundo penalti, sin que se comunicara a los capitanes:
“Muy simpático que se vaya el VAR justo en el penal. En un partido así no se puede jugar sin VAR. Y casualmente fue el mismo árbitro que nos pitó un penal al 90+10′ contra Unión Magdalena”, reclamó.
El arquero Aldair Quintana también expresó su inconformidad: “Tengo entendido que en la segunda jugada se había ido el VAR y en ningún momento nos lo comunicó. Son detalles que se reflejan en el marcador”, dijo al cierre del encuentro.
Pese a la victoria, la figura para el Bucaramanga no fue un jugador, sino el juez central, como ironizó el propio Álvarez en rueda de prensa.

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