María Corina Machado no recogerá el Nobel de la Paz; su hija lo recibirá en Oslo

La líder opositora venezolana María Corina Machado no asistirá este miércoles a la ceremonia del Nobel de la Paz en Oslo y delegará la recepción del premio en su hija, Ana Corina Machado, según informó el Instituto Nobel, que aseguró desconocer el paradero exacto de la galardonada.

Desde el anuncio del premio en octubre, la posibilidad de que Machado viajara a Noruega era incierta. La dirigente permanece en la clandestinidad desde agosto de 2024 y no aparece en público desde hace once meses, durante una manifestación en Caracas contra el presidente Nicolás Maduro.

El Instituto Nobel había anunciado el fin de semana que Machado asistiría personalmente, con rueda de prensa y entrevistas incluidas, pero todo fue cancelado a última hora. Familiares y aliados desplazados a Oslo aún esperaban verla este martes.

Kristian Berg Harpviken, director del Instituto, afirmó a la radio NRK que no sabía dónde se encontraba, aunque confiaba en su llegada. Su exjefa de campaña, Magalli Meda, sugirió que Machado ya había salido de Venezuela y que regresará.

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La ceremonia se llevará a cabo a las 7 a.m. hora Colombia. Ana Corina Machado recibirá el premio y leerá un discurso escrito por su madre. Mientras tanto, los Nobel de Literatura, Medicina, Física, Química y Economía serán entregados en Estocolmo.

No es la primera vez que un ganador del Nobel de Paz no asiste a la ceremonia, como ocurrió con Narges Mohammadi (2023), Liu Xiaobo (2010) o Aung San Suu Kyi (1991).

Más tarde, el Instituto Nobel confirmó que Machado está “a salvo” y que viajará a Oslo, aunque no alcanzará a llegar a la ceremonia ni a los eventos previstos este miércoles, debido a un “viaje en una situación de extremo peligro”.

El Comité Nobel otorgó el premio a Machado por su labor en favor de “una transición justa y pacífica” en Venezuela. La opositora denuncia que Nicolás Maduro le arrebató el triunfo a Edmundo González Urrutia en las elecciones de 2024, resultados no reconocidos por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de Latinoamérica.

El reconocimiento llega en medio de tensiones regionales y un fuerte despliegue militar estadounidense en el Caribe, así como operaciones contra embarcaciones señaladas por actividades ilícitas.

Maduro sostiene que estas acciones buscan desestabilizarlo y controlar las reservas petroleras del país.