Unión Magdalena resurge en casa y mantiene viva su ilusión de permanecer en la A
El Sierra Nevada volvió a rugir. Unión Magdalena protagonizó una remontada épica al vencer 3–2 a Águilas Doradas en un partido que tuvo de todo: goles, drama y una hinchada que nunca dejó de creer.
El inicio fue un golpe duro para los samarios. En menos de un cuarto de hora, los visitantes aprovecharon dos fallas defensivas y se pusieron arriba con tantos de Matías Ramírez y Wilson Morelo. El segundo, revisado por el VAR, encendió la preocupación en las tribunas.
Pero el Ciclón no se dejó arrastrar por la tormenta. Poco a poco fue tomando el control del juego y al minuto 35, Freddy Molina abrió el camino con un cabezazo certero tras un tiro libre de José Mercado. Antes del descanso, Ricardo “Caballo” Márquez empató desde el punto penal y el estadio explotó en un grito que hizo temblar Santa Marta.
La segunda mitad fue una historia aparte. Con el impulso de su gente, los dirigidos por Carlos Silva fueron al frente y, al minuto 75, Jannenson Sarmiento dibujó un golazo de tiro libre que se clavó en el ángulo. El 3–2 levantó a todos de sus asientos.
El final tuvo tensión de sobra. Una falla eléctrica detuvo el juego y el VAR anuló una roja que pudo cambiarlo todo. Pero Unión resistió con coraje y amarró tres puntos vitales en su pelea por no descender.
Con esta victoria, el equipo llega a 15 unidades y recupera confianza de cara a su próximo reto: visitar a Atlético Bucaramanga el domingo 12 de octubre. Aunque el camino sigue cuesta arriba, la fe en el Sierra Nevada sigue intacta.
Si algo quedó claro en la noche samaria es que el aliento de la afición fue determinante. Ni el marcador adverso, ni las expulsiones, ni los nervios lograron apagar la voz de los cientos de seguidores que llenaron el estadio.
Esa comunión entre el equipo y su gente fue el verdadero triunfo de la noche. Unión Magdalena no solo ganó un partido, recuperó el espíritu que lo hace grande.
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