Santa Marta registra seis intentos de suicidio y 42 homicidios en el primer trimestre del año

En la capital del Magdalena, las cifras reflejan una realidad que va más allá de los números: cada caso es una vida interrumpida y un golpe emocional para familias, amigos y comunidades enteras.

Expertos en salud mental advierten que detrás de cada intento de suicidio confluyen factores como depresión, ansiedad, problemas económicos, rupturas sentimentales, consumo de sustancias psicoactivas y, cada vez con más frecuencia, el aislamiento social. La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que hablar del tema de manera responsable, detectar señales de alerta y acudir a ayuda profesional son pasos esenciales para prevenir tragedias.

Cifras del primer trimestre

De acuerdo con datos de la organización Pro Santa Marta Vital, basados en Medicina Legal, entre enero y marzo de este año se registraron seis intentos de suicidio: el 83% en hombres (cinco casos) y el 17% en mujeres (un caso), confirmando la mayor vulnerabilidad en la población masculina.

El mismo informe advierte sobre otra problemática paralela: la violencia letal. En el primer trimestre se contabilizaron 42 homicidios, de los cuales el 93% de las víctimas fueron hombres (39 casos) y el 7% mujeres (3 casos).

Acciones y recomendaciones

La administración distrital ha reforzado las líneas de atención psicológica, recordando que en Santa Marta las personas en riesgo o quienes identifiquen señales de alerta en alguien cercano pueden comunicarse a la Línea 106, al 123 de la Policía Nacional o acudir a hospitales y centros de salud con servicio de psicología y psiquiatría.

Organizaciones como Pro Santa Marta Vital insisten en que la respuesta institucional debe ir más allá de la atención en crisis, proponiendo programas integrales que fortalezcan las redes de apoyo comunitarias y reduzcan el estigma asociado a la salud mental.

Los especialistas aconsejan estar atentos a cambios repentinos de conducta, expresiones de desesperanza, aislamiento social o pérdida de interés en actividades habituales, ya que pueden ser señales de riesgo. Detectarlas y actuar con empatía puede salvar vidas.

Romper el silencio

En Santa Marta, hablar del suicidio no debe ser un tabú, sino una oportunidad para crear entornos seguros y solidarios. La articulación entre autoridades, sector salud y comunidad es clave para frenar una tendencia que, de continuar, podría cerrar el año con cifras más altas que las de 2024, profundizando el impacto social y emocional en la ciudad.

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