Militar Samario se habría quitado la vida con su arma de dotación en Facatativá
En la madrugada del miércoles 19 de junio de 2024 se presentó un hecho que generó preocupación en el territorio nacional, un militar se habría quitado la vida con su arma de dotación mientras se encontraba de servicio en Cundinamarca.
Versiones preliminares indican que los hechos se presentaron en las instalaciones del Batallón de Apoyos y Servicios para las Comunicaciones General Manuel Valdivieso, adscrito a la Brigada Especial de Comunicaciones en Facatativá, donde el cabo tercero Francisco José Pardo Olivero prestaba sus labores a la institución.
El caso está siendo investigado por las autoridades correspondientes, que se desplazaron hasta el lugar de los hechos para realizar las primeras verificaciones y el levantamiento e inspección técnica del cadáver.
Del mismo modo, circulan versiones extraoficiales, en las cuales se indicó que, presuntamente, el uniformado tenía tres investigaciones en su contra, las cuales estaban en curso. Asimismo, tenía una finalizada por abandono del cargo.
El hecho se habría registrado alrededor de la 1:00 a. m., en el momento en el que el hombre tomó su uniforme, lo dejó en el suelo, junto a sus botas y se disparó con el fúsil de dotación. Entre tanto, el diario El Colombiano aseguró que existen chats de redes sociales en los cuales el uniformado se despidió.
Al parecer, habría dejado mensajes como “Gracias a mi mayor López por arruinar mi vida. Algún día te veré en el infierno”, por lo que su decisión habría sido basada en algún problema al interior de la institución, asunto que es objeto de averiguaciones.
Y es que, aunque existen varias hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido, todas son objeto de la investigación, por medio de la cual las autoridades esperan esclarecer los hechos pronto para dar un reporte a sus familiares y la comunidad en general.
Este caso se suma al ocurrido al interior del Batallón de Combate No 10 de la Décima Brigada Blindada en Valledupar (Cesar), donde dos militares fueron encontrados muertos por impactos de armas de fuego, los cuales se habrían propinado ellos mismos con sus armas de dotación.
Uno de los uniformados fue identificado como Jonathan Pinzón, de 28 años, que fue hallado sin vida el 28 de mayo, después de haber sido reportado como desaparecido dos días antes. En cuanto al segundo caso, se sabe que la víctima fue el soldado regular Breyner Isaac Chona Mora, de 22 años, que se disparó con su fusil el 20 de mayo.
El reporte de Eduardo Esquivel, secretario de Gobierno del Cesar, indicó que es necesario adelantar una verificación en el trato que se le está dando a los uniformados al interior de este y todos los batallones del país: “Obedece a que se debe perfilar qué está sucediendo. Este año dos hechos coinciden, estamos exhortando a la Décima Brigada y la dirección Nacional del Ejército las investigaciones de manera profunda para tener explicaciones concretas de estos hechos en Valledupar”
Aunque los hechos fueron aislados, ocurrieron en cuestión de días, por lo que las autoridades siguen llevando a cabo las averiguaciones requeridas para determinar si los casos tienen algún tipo de relación y qué es lo que verdaderamente sucedió al interior del batallón.
Debido a la gravedad del caso, a lo largo y ancho del territorio nacional, los colombianos han pedido atención a este tipo de casos, teniendo en cuenta que no es la primera vez que uno de los uniformados activa su arma de dotación para atentar contra su vida o la de sus compañeros, lo que genera alerta y enciende las alarmas ante la salud mental de los militares y demás miembros de las instituciones colombianas.
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